Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
Nuestra perscepción de las cosas cambian a medida que vivimos y, claro, vivir significa sumar años, pero tambien significa acumular sentimientos, experiencias, saberes, risas y llantos (sobretodo eso: risas y llantos). Hoy (cronológicamente ayer) entre llanto y risa me dí cuenta que había envejecido un tanto...y bueno, no fue precisamente un rito ni nada menos, sino que simplemente una certeza, citando con el recuerdo a Benedetti: cuando descubre una nueva dimensión del amor, en el momento que recibe noticias de la muerte de su amiga; de esa manera sentí que había envejecido. De todas maneras aún no hay arrugas ni canas, y les queda mucho por salir (quizá el pelo amenaze depronto con desaparecer, y esto se debe a que sus fronteras muestran debilidades), pero esas experiencias, ese cúmulo hoy se manifestó.
Entonces como nota final y conclusión a esta reflexión. A partir de ahora el que escribe se encuentra un poco más viejo, quizá hasta una pisca de sabiduría se podrá apreciar en ese momento (si alguno logra viajar en el tiempo y observarlo), solo miren con atención.
P.D.: Foto de Sára Saudková ( su sitio web acá )
1 comentario:
La muerte ese ese horizonte lejano que se acerca hacia nosotros aunque nos nos movamos, esa terrible sensacion de inevitabilidad, el unico dueño de nuestros limites. Por que la muerte es el limite.
Flexionando la reflexion.
L.
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