Personajes Pencas: Los políticos. - Por Diego F.

Se acercan las elecciones presidenciales, se acerca el Bicentenario de nuestra nación. Cuántas cosas se acercan y estamos obligados a plantearnos de manera clara frente a ellas, sobretodo si somos bombardeados constantemente por los medios de comunicación informándonos (confundiéndonos, des-informándonos, según como se vea) respecto estos temas.

Si bien falta aún para que el nuevo o nueva gobernante asuma el año 2010, vemos las posibilidades estampadas en todos lados. No hay horizonte visual que se libre de tal amenaza estética (pues digamos que el único que podría salvarnos sería el rostro de Ominami...pero esa sonrisa simpaticona al rato se vuelve vomitiva, igual que las otras) y dondequiera que se pose nuestra vista, sea barrio de la clase alta, o la baja, siempre tenemos la posibilidad de encontrar a una de estas figuritas, que ya parecen más héroes de guerra que candidatos al sillón presidencial.

¿Y es que acaso ya estamos claros por quién votaremos? Este es mi caso: aún no me decido, y en mi bolsillo mi carnet de votante arde esperando la respuesta, y se asusta en cuanta reunión participo y no se nombran a estos carismáticos representativos de los partidos, pues lo digo: todos me huelen a caca. Eso, caca: <callar, ocultar, tapar o descubrir la caca-.// Suciedad, inmundicia.// Cosa de poco valor o mal hecha -Ese libro es una caca->>, palabra tan bien definida por la RAE y tan bien representada por la clase político-partidista Chilena.

A continuación no me referiré a lo positivo de estos postulantes, quienes ya saben vanagloriarse por si solos, sino que resaltaré los aspectos por lo que considero no deben alcanzar el sillón presidencial, el tan añorado poder. Para esto trataré caso por caso a los principales postulantes al cargo, pero antes que todo, añado: ¿a qué se debe que nuestra opcion política se vea determinada por los partidos políticos y sus candidatos? ¿no será una opción también el no votar y trabajar por un mejor país?.

De quien hablaré primero es de don Eduardo Frei Ruiz Tagle, hijo del ex-presidente Eduardo Frei Montalva. Una de las primeras cosas que llaman la atención de este candidato es sus ganas de volver al poder: fue electo presidente de la república y ejerció como tal el periodo 1994-2000, tiempo en que según sus planteamientos de superar la pobreza y caminar hacia al equidad firmó varios TLC, al igual que creó acuerdos entre el Estado y empresas privadas para “fortalecer la economía chilena”. Hasta el momento la brecha entre ricos y pobres sigue ampliándose.

Pero uno de los momentos más memorables de este candidato a la república y ex-presidente del país, así como hijo de uno de los gobernantes de antaño es el indulto otorgado a Ángel Vargas Pargas el año `94, esto luego de que el traficante intentara ingresar, junto con otras personas, más de 500 kilos de cocaína a nuestro país: ¿Qué diría el señor frei acerca de esos reducidores que aparecen detenidos por los tan flamantes carabineros en los programas televisivos como “133”? ¿Recordará que esos mismos carabineros jamás entrarán a su casa a detenerlo, por dejar en libertad a un narcotraficante?. Eso es igualdad en Chile.

Por último es bueno recordar la cantidad de veces que ha hablado este hombre de defender la democracia, pero no es dificil estar siempre del lado de los que están ganando; este mismo hombre fue el que para el año `73 donó el sueldo de los trabajadores de su empresa, durante varios meses, a la junta militar, “por la reconstitución del país”. Y claro, luego es fácil argumentar que él participó activamente por las campañas a favor de la democracia, pero en ese momento ya estaba protegido por otras personas, ya no había que “mojarse el potito”.

Es ahora el turno del señor Sebastián Piñera, uno de los hombres más ricos de Chile, el cual según la revista económica “Forbes” en “The World`s Billionaires 2009” acumula una fortuna de mil millones de dolares, lo que lo posiciona en el lugar 701. A este magnate criollo no se le acaban las espectativas sólo en lo económico, sino que las trasciende al plano político-dirigencial, plantiándose como objetivo la presidencia de la república, es decir, otro acierto económico ¿cuántos empresarios desearían dominar las áreas más importantes para el desarrollo de sus negocios en su país?: 1) controlar el capital y 2) controlar quien rige su empresa. No hay mayor monopólio que el dominar la Industria y el Estado en un país.

Por otro lado (y me guardo aún la “guinda de la torta”, en lo que vergüenza política se refiere) su apollo emocional y, sin lugar a dudas, la almohada con quien consulta sus inquietudes, es su esposa: la señora Cecilia Morel, dedicada mujer chilena, quien, al igual que todas, debe preocuparse de organizar la casa, limpiar, cuidar a los niños, juntar el dinero para que no les falte nada (ya que con el sueldo del marido no alcanza para todo esto), además de eso preocuparse que su esposo salga bien arreglado a su trabajo, es decir: “no te tires la camisa para el lado”, “amárrate los zapatos”... y, como si esto fuera poco, ser la encargada del área “desarrollo humano” en la campaña de su marido: ¡Santa Mujer!. Está demás decir que la esposa del candidato a la presidencia ha sentido la crisis económica profundamente, y esto se ha hecho notar de la misma manera en su círculo más cercano de amistades, su querida esposa, como comenta a una entrevista en El Mercurio, ha tenido que dejar de comprar Coca-Cola en el hogar, horrible tragedia, pues la crisis no perdona, y ha visto en la familia de Piñera a los demás hombres en edad activa laboralmente sufrir las consecuencias del desempleo, más angustioso considerando que estos hombres son “inteligentes y capaces”, claro ejemplo de ello es el apodado “negro” Piñera, ¿Acaso estarán copados los cupos universitarios para una cátedra suya?. Por cierto, doña Morel también cuenta la tragedia que viven sus amigas, quienes por ejemplo, si chocan el auto “se te desbarata el presupuesto del mes” o que cuando les han ofrecido la casa en Caburga ellas han dicho simplemente “no puedo”, por los gastos que ello implica...espero que los trabajadores de LAN y Chilevisión puedan veranear en la casita de Caburga.

Y ahora la “guinda de la torta”: El muy prestigioso Sebastián Piñera no solo es un ejemplo para el país y para los empresarios en el área de las inversiones, se desempeña muy bien en el área de las evasiones a la justicia, técnica muy dominada por la clase empresarial chilena. El susodicho, en agosto de 1982 se escondió de la justicia tras ser inculpado por fraude al Banco de Talca, por US$240 millones, ¿es este el presidente que buscamos? Pues si es por evadir la justicia por eso mejor un dictador, ese mismo dictador el cual apoyó el señor Piñera en sus años mozos (coincidencia con el señor Frei, ¿no?).

Por último me referiré a don Marco Enriquez-Ominami, hijo de Miguel Enríquez, el histórico dirigente del MIR, pero del cual sólo heredó lo farandulero del destape de esta historia, pues según la versión oficial era hijo de Carlos Ominami. De este candidato sacado de novela dramática sólo es posible referirze a su planteamiento juvenil, su perfil “renovador” de la política chilena, cosa que realmente se queda en el discurso, en una patraña actoral de la misma índole del ahora renovado y despeinado Frei, quien poco menos diría que tiene 32 sólo para acercarse a la juventud (tan añorada en las elecciones).

Marco Enriquez, en su afán de cambiar las cosas, le ha prometido su apoyo al movimientoEducación 2020 , el cual se plantea desde un comienzo como una alternativa “iluminada” acerca de las riendas que hay que tomar respecto de ciertos asuntos. ¿Chile, país libre, necesita que le digan constantemente qué hacer, esto a partir de una cúpula de los “que saben”?, además no sorprende, luego del planteamiento anterior, que deseen ver a la pedagogía casi como una ciencia dura, es decir, científicamente comprobable y universal: nuestra área, la pedagogía, pertenece a las humanidades y, como tal, no necesita de sus planteamientos...el buen o mal puntaje obtenidos en pruebas no determina hasta qué punto se desarrollará de manera positiva el docente, menos aún cuáles son sus capacidades. Los profesores enseñan, no graban en las cabezas.

No está de más decir el aire de payaso que transmite, pero, se quiera o no, entre el “mal mejor”, es lo que va quedando.

Los demás candidatos se quedarán en el tintero, esto no porque no haya qué decir de ellos, sino poruqe por un cálculo matemático simplemente lo alcanzarán el poder: si, es la triste realidad, el señor Arrate no es Allende (como casi quiere decir su propaganda) y todos los demás terminan siendo fulminados por los poderosos en los partidos políticos.

Terminando con este ensayo, o declaración de principios, o como quieran llamarle, me cuestiono: Hasta qué punto se vuelve utópico considerar que el cambio (tanto a nivel político como social) puede residir en alguno de los pequeños movimientos sociales o lineamientos políticos (entiendase colectividades políticas, iniciativas populares, movimientos okupas, grupos libertarios, anarquistas, sindicalistas, etc..), cuando es casi un sueño creer en la actualidad, tomando en cuenta las funciones que cumple el Estado, los privados y los partidos políticos, tomando en cuenta quién tiene el poder, quienes son los que mandan y quienes los oprimidos (ya no tan fácilmente reconocibles), que mediante un voto va a cambiar el país. El ejercicio de la ciudadanía se ha reducido a opciones en una hoja, en una encuesta otorgada por los municipios se reduce nuestra participación en la comunidad, en una línea de grafito se reduce el mundo que creíamos construír a partir del romanticismo de la revolución francesa.

Ya no es la era de la democracia, pues el voto es botar las posibilidades de generar un cambio. La nueva era se configura a partir de pequeñas iniciativas que uniéndose reconocen un fin aún mayor, opuesto a los grandes consorcios internacionales o a los bloques económicos, que cada vez se solidifican más. Un candidato no es más que la máscara de un gran monstruo creado por nosotros mismo, y nuestra acción en conjunto es la que puede cambiar el proceso.

Estás elecciones vote por quien vote, o acaso bote, el país no cambiará. Pero mi más profundo voto se queda en el trabajo diario, en el actuar a partir de los ideales por los que abogamos.

Atte, Diego F.-