"Qué linda época
aquella en que decíamos
revolución"
Mario Benedetti
Cuba, más que un topónimo resuena en la mente como un concepto, relación con aquello ya vivido sea de manera directa o transmitida mediante la oralidad familiar, el estudio de la historia o la propia cotidianidad.
Cuando a Arrate, candidato presidencial chileno, sobre si Cuba era un dictadura, el prefirió argumentar que era, tan solo, otra clase de Democracia, de la misma manera que en Chile no gozamos de una democracia "a sus anchas".
Pero es que acá en Chile, entre lacrimógenas y palos las anchas alamedas allendistas las han abierto, pero del mismo modo han abierto la señal de las cámaras que la circundan desde el inicio hasta el fin. Porque acá nada es gratis.
En Cuba se han logrado cosas, es cierto, pero se han sacrificado otras, el año pasado yo todo un mechón escuchaba atento el debate respecto de los conceptos Revolución, Reforma y algo más en el ancho Salón de Honor de la PUCV, los eruditos reflexionaban y decían que en Cuba el error era intentar extender la revolución. ¿Es posible aquello? Sin duda, la gerontocracia lo ha demostrado con un sin número de ejemplos.
En definitiva, lo que la revolución cambia drásticamente la reforma lo deforma así como el fuego de a poco va blandiendo los metales. Fidel ahora se meará en los pantalones, pero nos dejó un legado de fuerza y esperanzas, de ideas de acción. El Che volvió a su latinoamérica, es tierra nuevamente y el calentamiento global, si no es Benicio del Toro, lo matan rápidamente. Lo demás es otra historia, los esbirros de un pasado pisoteado gritan, muerden, golpean y patean a ver qué del pasado se rescata. Pero el presente y el futuro viene con más fuerza y propuestas.
Esto lo digo pensando en la publicación de la Revista Qué Pasa (edición Virtual) respecto del artículo escrito por Reinaldo Escobar en su blog , un buen retrato de la situación actual Cubana y de lo que le ocurrió a su esposa, Yoani Sánchez (su blog), hace poco.
Saludos.
1 comentario:
Cuanto legado de "fuerza y esperanza" pensará Fidel que deja su accion al ver, tras 50 años de "revolución", en los masivos actos de la Habana lienzos que claman que "Fidel es la revolución" (o sea, alguien no entendió el concepto allí) o al ver las colas para comprarse un celular a precios estratoféricos el año pasado??. Algunos apelarían a la naturaleza del ser, otros a el bombardeo simbólico anglosajón. A mi me cae bien Darwin. Lo dejo como mera provocación y por favor no de dejes de pensar completamente distinto a mi (ni tan distinto si)
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