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viernes, 7 de octubre de 2011

Análisis sobre el apoyo al movimiento social por la educación, o un día de macheteo en la puerta de la toma. - por AUKAN

El siguiente texto fue redactado por un estudiante que vive dentro de una de las muchas tomas de universidad que en estos tiempos decoran de posibilidades de cambio este país. A continuación una reflexión en torno a la situación del movimiento social - estudiantil ¿disminuye el apoyo o ganamos más fuerzas?.



¿Y si diéramos mayor valor a cada peso donado en la puerta de un establecimiento educativo, en vez de a cada segundo de noticiarios que responden a los intereses de los que detestan el desorden y la revuelta social? ¿Sería entonces la misma conclusión la que obtendríamos sobre la opinión pública en relación al movimiento social por la educación?
Pongamos estas reflexiones en números y no solo en lindas palabras adornadas de emotividad. Ambos, usted y yo, sabemos que eso le agrada a la irreflexiva y racionalista forma de pensar de los días que por ahora cohabitamos.
Dentro de las labores del cotidiano que tenemos en la toma, hay una que se llama “puerta”. Déjeme contarle un poco de ésta función. Cuando estamos en puerta, que es un puesto rotativo como todos los que tenemos aquí dentro, se cumplen dos funciones. Por una parte, la de recibir y controlar a las personas que hacen ingreso a la toma, lugar que habitamos hace ya más de 100 días (el período más largo vivido en esta situación por la p-ucv ).  Y junto a esto, realizar lo que llamamos “macheteo”, lo que por si usted no maneja la jerga, es algo así como estar provisto de un tarrito o algo similar y pedir dinero argumentando un objetivo puntual. En nuestro caso, este suele ser el de la alimentación, o útiles de aseo e higiene, aunque también utilizamos lo recaudado para comprar materiales para elaborar propaganda (lienzos, panfletos etc.) y a veces para costear el veterinario y los medicamentos de nuestro perrito Cochayuyo, hoy por hoy, más lindo y juguetón que nunca.
Bueno, el tema es que este micro espacio, el del macheteo, es uno de los lugares en los que he escuchado y he vivido algunas de las sensaciones más provocadoras en lo que va de movilizaciones. Es por esta razón por la que me propongo compartir lo vivido desde dentro (y también desde abajo) de la revuelta. No desde fuera, como lo suelen hacer los medios de prensa. Creo que esta condición legitima mi habla, así como también, la crítica a quienes de nosotrxs hablan.

En números, como ya adelantaba, mi sensación puede ser objetivada, y así, pasar de ser simplemente una apreciación subjetiva, a una cuestión un poco más tangible o imaginable desde el común de los lugares que nos regala la materialidad. Sepa usted, que cotidianamente, en el “macheteo”, recibimos entre 15.000 y 20.000 pesos por aporte de los transeúntes.  El dinero, se distribuye en aportes que varían entre los 10 y los 1000 pesos, donde la moda, o lo más repetido, es la clásica gambita o la redonda de bronce, vale decir 100 pesos.
Comencemos pues a utilizar las matemáticas (no se asuste, serán operaciones simples). Si dividimos los 15.000 pesos diarios en aportes de 100 pesos cada uno, el número resultante de la división es 150. Vale decir, 150 personas que pasaron frente a la puerta nos escucharon (o no lo hicieron) y respaldaron la ocupación y lucha que llevamos en y desde éste lugar (recuerde que acá vivimos, ya no somos sólo extranjeros, ahora somos habitantes con todas sus letras, nos rehusamos a desentender esta necesidad que demuestra que las universidades, liceos y escuelas son de todxs y no de algunxs).
Ahora bien, si esos 150 “simpatizantes” esta vez son multiplicados por los más de 100 días que llevamos aquí dentro, la cifra resultante es la misma que la anterior, es decir, se eleva a 15.000. Pero estos 15.000 guardan una diferencia radical con los primeros 15.000. Esta vez, ya no son 15.000 pesos con un valor de uso y de cambio en el mercado de capitales, por el contrario, son 15.000 personas que tienen un valor simbólico con efectos morales y políticos, efectos que se hacen presentes en palabras que recibimos con alegría día a día, palabras como “tienen que seguir adelante”, “estoy con ustedes hasta la muerte camaradas”, “sigan muchachos, ahora no pueden aflojar”. Así, y en una interpretación un tanto rápida, me atrevería a decir que los efectos de estos 15.000 son incluso más valiosos que su aporte en dinero. Y es que tras 100 pesos, se organiza un reclamo de dignidad, respeto y pugna contra la desigualdad, no sólo caridad o compasión, más bien, solidaridad.
Como usted se imaginará, estos 15.000 de los que hablo, pocas veces transitan solos. Usualmente lo hacen acompañados, durante la semana en grupos más pequeños, regularmente en parejas, y los fines de semana (mire que nosotros habitamos este lugar 24 horas y 7 días a la semana) en familia. De esta misma manera, si nos acompaña un día de puerta podrá ver todo tipo de composición grupal, desde parejas hetero y homosexuales, a grupos de niños o adolescentes, padres con hijos, nietos y abuelos, compañeros de trabajo y así la infinita gama de posibilidades que género, edad y clases sociales permiten. Ah!, no me olvido de los vehículos, tanto particulares, como de transporte y locomoción colectiva, ellos también son importantes para nosotrxs, en realidad, lo son todxs, los perritos vagos también, pero eso es harina de otro costal.
Entonces, tal y como la banca se permite la especulación económica en base a proyecciones hacia el futuro que se basan en la regularidad del flujo de los números, yo me permito hacer algo similar. Continuemos. Durante la semana que tiene 7 días, para los 5 días llamados hábiles, ya no diré que son 150 personas las que nos dan su apoyo, si no que 300 (recuerde que andan regularmente de a 2) y para los fines de semana, cuando la familia sale en caravana, especularé que tras cada uno de esos 100 pesos aportados, hay a lo menos 4 personas que nos siguen dando ánimo para mantener en pie lo que algunos dicen se ha debilitado. Si no me cree, vuelvo a invitarlo a acompañarnos, y verá como se acercan los pequeños, que llenos de timidez y vergüenza son alentados por sus padres o abuelos a traernos una moneda al tarrito que mañana, tarde y noche es fiel compañero de los porteros.
De esta manera, ahora volvamos a multiplicar, tenemos que volver a sumar y usted está invitado a observar la operación que permitiré guiar. A ver, si son 300 personas por 5 días (300x5) y 600 personas por 2 días, en 100 días (los que llevamos en la toma) la ecuación sería, según mi razonamiento lógico matemático y la ayuda de la calculadora de mi Nokia algo así:
100 días de toma, divididos en 7 que son los que tiene nuestra semana, ordenada en Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y Sol, o si lo prefiere los aburridos lunes, martes, miércoles, jueves, viernes sábado y domingo, todos ellos sin mayúscula, entonces hemos vivido a lo menos 14 semanas en este lugar. 14 semanas de macheteo donde 14x5 (los 5 días hábiles, no se pierda) son 70 días, 70 días de 300 personas cada uno. Y por contraparte, 14x2 (si, los 2 de los fines de semana) son 28 días de 600 personas. En síntesis, los números multiplicados y expresados matemáticamente según yo serian (70x300=21.000) + (28x600=16.800) = 37.800! El total es importante, hablamos de más de 35mil personas que a lo largo de este movimiento social han contribuido en darnos una señal de apoyo y nos han dicho, “No están solos en esto”. ¿Y sabe qué? Podríamos seguir haciendo cálculos y especulando con los números, porque nosotros no solo recibimos aportes en dinero. Nos agrada a veces mucho más pedir una sonrisa, y las recibimos, también cigarritos piden mis compas que fuman, a su vez, palabras de aliento que llegan solas, y por supuesto, los bocinazos de quienes no se detienen pero nos hacen sentir más acompañados que nunca. De esta manera, entre sonrisas, cigarros, bocinazos, monedas y palabras de apoyo podríamos comenzar nuevas ecuaciones que sin lugar a dudas nos colaborarían en alcanzar quizás las 50mil personas. ¿Pero sabe qué?, eso de especular se lo dejamos a los que viven de eso, para nosotrxs basta con poner en el papel cosas que no todxs pueden ver, mucho menos vivir.
Antes de terminar, quisiéramos regalarle, para un trabajo de especulación personal algunos datos que podrían colaborar en que esta forma de entender la opinión pública, más allá de lo que dicen los medios de comunicación masivos, lo lleve a sacar cifras antes no imaginadas, o no formalizadas como tal.
Sepa usted que durante los meses de trabajo y movilización social por la educación son mucho más de 100 los planteles educativos que han estado en toma, esto, entre liceos, colegios y universidades, lo que quiere decir, que son a lo menos 100 lugares más, a lo largo del país, en lo que se machetea cotidianamente y donde desde luego, los aportes variaran pero si quiere especular, piense que menos de 5000, no creo que se hagan los compañerxs, usted sabe, es difícil decir que no cuando se extiende una mano pidiendo por una causa que a todxs nos ha parecido justa. Algunas preguntas entonces serian, ¿Cuántas personas han aportado dinero a los largo de todos estos meses de movilización a los espacios en toma y ocupación constante? ¿Qué otras formas de apoyo podríamos calcular, tales como lo son la donación de alimentos, cigarrillos, o tiempo invertido en actividades no remuneradas en función de mantener en pie las movilizaciones? ¿Por qué los medios de comunicación se esmeran en mostrar sólo manifestaciones masivas de apoyo como lo son las marchas y mantiene una aversión a la cercanía microsocial de un movimiento político? El cálculo, en lo personal, me aburre, pero no deja de ser interesante a lo menos, imaginar las múltiples operaciones que se abren tras esta forma de ver el apoyo.
Finalmente, me gustaría comentarle que todo el escrito se basa simplemente en la observación y en la experiencia que se vive en la puerta de una toma. Que nada de esto es producto de mi imaginación, como si posiblemente lo es la gran mayoría de las cosas que los canales de televisión dicen cuando hablan de una baja del apoyo, un desgaste o agotamiento del movimiento estudiantil. Por otra parte, esta pequeña reflexión ayuda a entender que cuando en la TV le dicen que “el movimiento estudiantil está decayendo”, se está cometiendo un doble error. Por una parte, no somos un movimiento estudiantil, porque los que se mueven con y junto a nosotros son personas de todas las edades, de todas las clases sociales y de variados sectores de la producción, lo que pasa es que ellos no habitan las tomas, pero queda claro que nos colaboran en mantenerlas. Por otra parte, pedirle que no piense que el apoyo a un movimiento social puede medirse por la cantidad de personas que objetivamente salen a las calles o se encuentran dentro de los planteles que aún no han sido desalojados por la prepotencia de las municipalidades o rectores autoritarios que ven en peligro su sillón. Si bien esto nos ayuda a estimar cuanta fuerza tenemos, debemos tomar en cuenta que muchos no pueden salir a las calles, o ni siquiera tienen el tiempo para cacerolear, pero que cada vez que nos ven, nos regalan una sonrisa, 100 pesos o un bocinazo, y ellos, tal como muchos otros, son opacados y ocultados por los obturadores de quienes manejan las comunicaciones y que, como ya dije, suelen cometer el error de mirar todo desde fuera, construyendo verdades que solo a ellos les interesa creer.
Entonces, no queda más que decir que hoy como ayer, seguimos en pie, que hoy como ayer, seguimos sumando y no restando, que hoy como ayer no transaremos en las demandas que a los millones que nos apoyan le parecen justas y que además, nos demuestran día a día que les importamos, y que hoy, más que nunca, su apoyo nos permite seguir creyendo en un horizonte de igualdad social libre de los vicios que arrastramos como sociedad.

Salud, libertad y gracias por su atención.
“AukaN”

1 comentario:

Juan No Tonto Util dijo...

Su movimiento no es mas que una mierda comunista y anarquista disfrazada de "preocupaciónj por una mejor educación", cosa que sólo creen algunos ingenuos y tontos útiles por ahi.
Además, el 98% de los colegios en Chile NO ESTAN TOMADOS ni en Paro, y funcionan normalmente.
Ustedes solo son una minoria despreciable y violenta, una escoria social tratando de conseguir con violencia lo que no logran en las urnas, adonde nunca pasasn del 5% de apoyo.